Natti Natasha no se rinde ante las adversidades. La artista dominicana lanzó Nasty singles, una serie de canciones que reflejan su vida en el último año y medio, con sus altos y bajos. “Aquí están todos los sentimientos”, dice.
La cantante de 37 años expresó en el Podcast Cara a Cara con Rodner Figueroa que este nuevo álbum es muy especial para ella. “Sé que va a conectar con todas las personas allá afuera”, asegura. “He sido recompensada con amor, por esa razón es que yo sigo trabajando, porque Dios me ha dado mucho amor a mi alrededor”.
En la entrevista, Natti Natasha abrió su corazón y contó cómo ha enfrentado los retos que le ha puesto el destino, especialmente después de que su prometido Raphy Pina fuera encarcelado. “Enfocarme en lo positivo, en mi hija, que es mi razón de vivir, y en que mi pareja está bien, está vivo”, expresa sobre su bebé Vida Isabelle y su novio.
La cantante reconoce que ha llorado en privado, pero que ha encontrado la fuerza para seguir adelante. “Cuando estás en el piso, no puedes caer más abajo. A ti no te queda de otra que subir”, asegura.
Natti Natasha cuenta que visita a Raphy Pina cada dos semanas con toda la familia, y que le da mucho apoyo. “Tengo una bendición muy grande que es mi hija y toda la familia, mis padres, Raphy, que yo le tengo que dar mucha fuerza”, dice.
Natti Natasha también recordó sus inicios en la música, cuando cantaba con un cepillo de pelo frente a sus familiares. La intérprete, cuyo nombre real es Natalia Gutiérrez Batista, agradece a sus padres por sus sacrificios. “Han dado la vida por sus hijos”, afirma.
La dominicana estudiaba ingeniería industrial en República Dominicana, pero a los 16 años se lanzó como reguetonera y se escapaba de la casa de sus padres para ir a shows de música. Se mudó a Nueva York en busca de oportunidades y su primer gran éxito fue el dueto con Don Omar “Dutty love”.
Fue a través de Don Omar que conoció a Raphy Pina, dueño de Pina Records, quien se convirtió en su manager y luego en su prometido y el padre de su hija. “¿Fue amor a primera vista?”, le preguntó Rodner. “No, fue respeto. Creo que el amor se fue dando cuando fuimos compartiendo, fuimos trabajando de mano a mano”, recuerda.
“A mí me impresiona mucho la inteligencia de un hombre, aparte de que él es super buen mozo, y es alto, bien bello. Es grande y me dice princesa y me jala el oído, son muchas cosas”, dice entre risas. “La química es lo más importante”.